domingo, 20 de marzo de 2016

La Batalla de Saigón (Campaña de la Cochinchina)

Durante el siglo XIX, una expedición punitiva franco-española ocupó Vietnam. Fue en respuesta a la persecución de misioneros cristianos y la postrera ejecución sumaria de obispo Díaz Sanjurjo, ordenada por el emperador de Anam, en la zona norte del actual Vietnam. Acudió, al frente de los españoles, el Coronel Palanca. Acudió España, con la sola intención de acometer el escarmiento. No así Francia, que pretendía, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, instalarse cómodamente en aquel territorio, y colonizarlo.

La escuadra franco-española, desembarcó en Danang en 1858. 106 años después, de hecho, en el mismo lugar, lo harían, a su vez, los marines estadounidenses, para desencadenar la guerra que más politizada de la historia, objeto de incontables películas de Hollywood.

Los franceses optaron por afianzar posiciones y postergar los escarmientos. No en vano, venían para quedarse. Aplicando el formato de “Guerra Relámpago”, se ocuparon y consolidaron importantes posiciones en el sur, que protegían Saigón. El contrataque de los vietnamitas no se hizo esperar. En el caso del coronel Palanca y sus hombres, defendieron su posición en la págoda de Clochetons a sangre y fuego. Durante tres días sufrieron un asedio implacable y guardaron la posición, al borde del agotamiento, recurriendo a las trampas, los disparos y el cuerpo a cuerpo. La defensa de estas posiciones resultó clave para afianzar la conquista. Los cadáveres de los soldados españoles, quedaron atrás.

Resumen de la Batalla de Saigón (http://www.grandesbatallas.es)



El coronel Palanca afrontó esta expedición con sólo 200 hombres, iba al frente, acarreaba notables cicatrices y era un veterano honesto y capaz. Demasiado honesto, como para ser valorado, de vuelta a territorio patrio, donde la mediocridad en la que nos gusta tanto retozar en España, desde siempre, se ocupó de sepultar su promoción, su legado y sus acciones. Aun así, los gabachos no dejaron de reconocer su mérito y su papel, no así los estamentos políticos y castrenses ibéricos.
Un cementerio descuidado en el centro de Saigón, cubierto de maleza y restos, guarda las tumbas de los bravos militares fallecidos en la injusta épica en que suele incurrir la historia. Sin embargo, estemos, o no, de acuerdo en que españoles se involucraran en una guerra poco justificada a ultramar, promovida por intereses expansionistas, de los que, por cierto, ni siquiera participábamos, pregunto: ¿no se merecerían aquellos soldados fallecidos en tierra ignota, algún tipo de reconocimiento en los “espacios de la memoria” que ahora desenterramos por doquier?. ¿Habrá caudales para adecuar un cementerio perdido en Saigón y hacer mención a la bravura y a los méritos de personas que han sido vecinos y compatriotas?.

En Panamá, siguiendo la antigua carretera que cruza el Istmo desde la capital hacia la ciudad de Colón, podemos recorrer y alcanzar a ver las esclusas y una parte del Lago Gatún, los enormes barcos mercantes cruzando sus aguas y, a unos pocos kilómetros de la ciudad, un curioso y recogido cementerio: el cementerio de los franceses. Con cartel alusivo, pequeñas lápidas bien alineadas, una grama mullida y bien cortada, rodeado de densa selva tropical, da testimonio de la participación de Francia en la construcción del Canal de Panamá. Un testimonio, que nos recuerda a todos su papel, cada vez que pasamos por delante, conduciendo nuestro coche.

Tal vez, por qué no, pudiéramos hacer algo parecido por el legado de los hombres del coronel Palanca.

Buenas noches, y buena suerte.

La guerra de la Cochinchina, cuando los españoles conquistaron Vietnam - Luis Alejandre Sintes

elconfidencial.com - La increíble historia del Coronel Palanca: cuando España conquistó Vietnam - Álvaro Van den brule

elcorreodepozuelo.com - El Tte. Coronel Palanca y los 200 de Saigón - José Colmenar